Latinoamérica (Español)
Una máquina es un objeto complejo, diseñado para ampliar las posibilidades de las personas. En el sector sanitario, un dispositivo tecnológico puede mejorar la capacidad de los médicos para realizar un diagnóstico cuando aumenta su percepción, organiza y sintetiza los datos y les ayuda a contrastar experiencias.
Cada nuevo producto brinda un nuevo punto de partida. Pese a los numerosos avances en investigación hasta la fecha, sabemos que las circunstancias y las oportunidades tecnológicas cambiarán tarde o temprano, al igual que la cultura y las expectativas de los usuarios. Cada marca tiene un punto de partida para construir relaciones con los clientes ladrillo a ladrillo: el punto establecido por una norma internacional, que exige a las organizaciones respetar límites específicos, sobre todo para garantizar la seguridad.
La actualización de las normas para los equipos de Esaote se planteó al equipo de gestión de proyectos como una obligación legal específica, un requisito regulatorio de adaptación, aunque también propició un proceso loable: practicar nuevas formas de escuchar a los usuarios y regresar a las características fundamentales del producto.
Aunque a menudo se dan por sentadas, requieren una reevaluación constante para adaptar y armonizar decisiones que ahora se consolidan mediante innovaciones. Desarrollado en colaboración con USE-ME-D, el proyecto de evaluación de riesgos de utilización analizó métodos adecuados de interacción hombre-máquina mediante la evaluación de diversos niveles de riesgo: desde los peligros físicos para el operador y su entorno de trabajo hasta los riesgos de errores de diagnóstico y la personalización excesiva, de cuya posibilidad han alertado las denominadas tecnologías «dependientes del operador».
El objetivo es evitar accidentes. Para ello se precisa coordinación con los procesos cognitivos del operador, seguir sus movimientos dentro de las instalaciones, conocer plenamente sus actividades diarias para mejorar su agilidad y sintetizar la información que se considere útil. Todo ello ayuda al operador a cumplir las normas sin impedirle explorar nuevos caminos de una manera focalizada.
La evaluación de la aptitud para el uso de los equipos de Esaote propiciaron el estudio de medidas de mejora y la consolidación de las decisiones de diseño tomadas previamente, lo que sentó las bases para futuras innovaciones.
«El estudio comenzó con un intercambio de ideas entre expertos técnicos y continuó con la elaboración de prototipos entre un pequeño núcleo de usuarios»,explicó Marco Delpiano, Project Leader de software de ultrasonidos y Head of Compliance.«Por último, poco antes de la certificación, un grupo de médicos (cardiólogos, radiólogos y ginecólogos) probaron el producto en la práctica sin recibir sugerencias ni explicaciones, para que el propio producto pudiera demostrar su accesibilidad sin intervención de intermediarios. Esta es la única forma de detectar posibles problemas críticos. Al actuar como observadores neutrales, logramos obtener respuestas objetivas y adquirir una visión holística del sistema de ultrasonidos gracias a la profusión de perspectivas de usuarios con distintos grados de pericia. Cada vez que llevamos a cabo este tipo de análisis y de retroinformación centrándonos en aspectos individuales adquirimos una experiencia formativa de un valor incalculable para nuestro trabajo»,prosiguió.
Cada médico tiene su propio estilo y requisitos específicos: algunos buscan rapidez, hay quienes necesitan tiempo para adaptarse a un nuevo flujo de trabajo, a otros les interesa más la fiabilidad y la posibilidad de aprovechar personalmente todo el potencial de las imágenes, además de quienes prefieren la asistencia de la IA y consideran más eficaces las instantáneas calculadas previamente.
«Saber cambiar de perspectiva es una habilidad fundamental en Investigación y Desarrollo. Este proceso también nos ha permitido integrar nuestra experiencia con la cultura de diseño relacionada más específicamente con el campo de la aptitud para el uso y la ergonomía. Antes solo nos ocupábamos de la interfaz de usuario en la fase final del diseño, pero este proyecto nos convenció de que en realidad es la síntesis del trabajo que debe realizarse en todas las fases del proceso de diseño, desde la definición de las necesidades del cliente y los requisitos del producto hasta el desarrollo propiamente dicho»,señaló Ramona De Luca, responsable de varios proyectos en el grupo de tecnología de diseño de sondas de ultrasonidos, desde el diseño del factor humano hasta el reprocesamiento.
«Hemos de tenerlo todo en cuenta, incluso factores que pueden parecer irrelevantes, como la limpieza: el tema del reprocesamiento, que incluye la limpieza, desinfección y esterilización de los equipos, ha resultado ser todo un reto. La simplicidad es una cualidad de la aptitud para el uso: por ejemplo, en nuestras sondas queremos evitar cualquier icono o elemento en relieve o encastrado que pueda requerir tiempo de preparación de la sonda para su uso posterior.
Aunque pueda parecer banal, es otro factor de diseño».
La simplicidad para decidir dónde situar los cables o el carro –un factor estético sutil y tranquilizador acerca de la fiabilidad de la tecnología para todo tipo de pacientes– está entre algunos de los detalles que no se pueden obviar y se deben explicitar en el manual del usuario.
«El manejo es uno de los aspectos fundamentales de las sondas, porque implica tanto ergonomía como aptitud para el uso. La colaboración con USE-ME-D resultó doblemente enriquecedora para nosotros: nos beneficiamos de su experiencia en la reducción de riesgos, adquirida en sectores distintos al nuestro, y además tuvimos que dedicar tiempo a explicar las características y especificidades de los equipos de ecografía»,declaró Francesca Gelli, Project Leader de sondas y certificación CE, que exige el cumplimiento de las normas de aptitud para el uso.
«Al mismo tiempo, necesitábamos interpretar y traducir, acceder a nuevas lenguas y considerar la base de nuestra forma de comunicarnos. Esto siempre es importante; cuando reanalizamos con otra perspectiva cosas que a menudo damos por sentadas, descubrimos detalles que merece la pena reconsiderar o ideas descartadas que conviene volver a retomar. Nos hicimos preguntas: ¿cómo creamos estas gamas de sondas? ¿Sigue siendo esa la mejor manera?
Enseñar es la mejor forma de aprender».
Aunque las normas internacionales están concebidas para facilitar a los operadores el paso de una máquina a otra sin preocuparse por grandes diferencias de aptitud para el uso, en estas normas aún tiene mucha cabida la personalización de la experiencia.
«Cada médico tiene su propio enfoque y necesita utilizar los instrumentos como un accesorio de su pericia: el reto es unificar todas las posibilidades»,concluyó Marco Delpiano en referencia a la tecnología Easy Mode como un proyecto que ayuda a diferenciar la posición de Esaote de la de sus competidores, sin dejar de cumplir las normas que exige el sector.
«Esta nueva tecnología, utilizada por ejemplo en MyLab™, nos ha permitido aprovechar las posibilidades de ajuste de la imagen que ofrecen 15 botones. Nos da la opción de ver solo tres láminas procesadas por un algoritmo, que combina todos los parámetros en una respuesta sencilla a las necesidades de optimización de imágenes más frecuentes de la mayoría de los usuarios. En condiciones normales que no requieren más investigación, esta propuesta acelera el diagnóstico y reduce el coste de la exploración».
Los factores de aptitud para el uso también forman parte de una lista de objetivos prioritarios: mayor fiabilidad del diagnóstico, mayor productividad, eliminación del estrés musculoesquelético y reducción del número de revisiones de imágenes que debe realizar el operador.
